martes, 18 de marzo de 2014

INCOMUNICACIÓN


            Cada día se lanzan millones de palabras y de imágenes a través de la radio, la televisión, y los distintos medios relacionados con internet. Pero hay quien dice que la auténtica comunicación, hecha de afectiva relación entre personas, se está empobreciendo. No estoy pensando ahora en quienes van con los cascos puestos en los oídos con la música a todo volumen ni a quienes teclean su teléfono móvil a la espera de que  el semáforo se ponga verde.  En esta era de la comunicación, paradógicamente, quien busca transmitir lo íntimo, su problemática personal, muchas veces  no encuentra con quien hablar. No pocas personas se ven perdidas, como náufragos en medio del mar.


            Con los nuevos medios pueden multiplicarse los mensajes anónimos, sin rostro y sin corazón. En las redes sociales, por ejemplo, uno puede construirse un perfil totalmente ficticio y, con él, entablar comunicación con otras personas con una identidad que no es la propia. Pero, sin llegar a tanto,  en la vida cotidiana, en la calle, en el trabajo, en el tiempo libre, muchas veces nos relacionamos más a través del “personaje” que representamos que de la “persona” que somos.  Más que con las personas nos relacionamos con las “funciones” de éstas. Y las “funciones” siempre son frías, burocráticas e impersonales. Para llegar a un sincero diálogo es preciso “desfuncionalizar”, si se me permite la palabra, las relaciones e intentar personalizarlas al máximo.


            Decía Mounier que “la persona no existe sino hacia los otros, no se conoce sino por los otros, no se encuentra sino en los otros”. Nuestra personalidad, por consiguiente, no puede cultivarse si estamos aislados ni tampoco si estamos perdidos en la masa. Es el pequeño grupo o la pequeña comunidad de talla humana el lugar privilegiado para una buena intercomunicación. Ahora bien, la capacidad de comunicarse bien con el otro, de entablar con él o con ellos un verdadero diálogo, no es algo innato sino una aptitud que se adquiere en el aprendizaje.

Jesús Moreno Ramos
El Periódico Extremadura, 10-3-2014

  http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/caceres/calidad-vida_792998.html

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