PASCUA FLORIDA
Hoy
mismo en Cáceres San Jorge eliminará al dragón y el fuego destruirá los muebles
viejos para iluminar la noche. Ambos
rituales expresan el fin de de un tiempo malo y oscuro y el triunfo del bien y
de la luz. En el ciclo de la naturaleza es lo mismo que expresa la estación
primaveral y “Pascua Florida” es el
nombre popular que se da a esta larga fiesta cristiana que se inicia en la
Vigilia del Sábado Santo y se prolonga durante siete semanas para culminar en
Pentecostés. Alude, sin duda, al renacimiento
de la naturaleza, que se puede observar ahora tras un largo invierno. La Pascua
es la madre de todas las fiestas del cristianismo y, por eso, en ella se sitúan
muchos otros festejos que hacen referencia a la naturaleza, como es el caso de
las romerías populares.
La
primavera nos saca del letargo invernal y, de forma repentina, nos introduce en
una explosión de color, belleza y vida renovada. En este tiempo parece que la
naturaleza misma está pidiendo fiesta y ya, mil trescientos años antes de
Cristo, los hebreos celebraban el renacimiento de la vida en las crías y el
brotar de las flores y las sementeras. Pero, años después, “Pascua” será para
ellos la fiesta de su liberación en el Éxodo, un difícil paso de la esclavitud
a la libertad, de la oscuridad a la luz, de la muerte a la vida, bajo la
protección de Dios. En muchas ocasiones y de forma ritual, durante la Pascua el
bien vence al mal por intervención celestial, como es el caso de San Jorge.
“Pascua
florida” une en perfecta armonía la fiesta cristiana, litúrgica, y la
experiencia natural, profana que subyace en ella. Para el cristiano es Jesús
quien de manera excelente y plena realizó el paso hacia una vida superior. El
Resucitado es la Luz que ilumina las cegueras de la humanidad, que no elimina
nuestros problemas pero sigue diciendo a cada uno: “No temas, porque yo estoy
contigo”.
JESUS MORENO RAMOS
(Publicado en el Periódico Extremadura, el 22 de abril de 2013)
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