domingo, 30 de marzo de 2014

En la tarde del domingo, 30 de marzo, pude leer el texto que escribí para la celebración de exequias de mi hermana que había fallecido el día anterior:

PALABRAS DE AGRADECIMIENTO EN LAS EXEQUIAS DE MARÍA DE LA PEÑA MORENO RAMOS
           
            Queridos amigos, supongo que esta tarde no tendré fuerzas para hablaros y me toca hacerlo por aquello de ser el cura de la familia. Por eso, en la serenidad del amanecer escribo estas líneas.

Os agradecemos vuestra cercanía en estos momentos y vuestra oración.

            Ahora estamos despidiendo a la más pequeña de nuestra vieja casa de Perales que estaba en la carretera de Cilleros. En nuestra familia extensa (abuelos, tíos, primos…) vamos despidiendo a unos y a otros, muchos en una edad temprana. Ya tenemos bastantes en la otra orilla, que para los cristianos es el hogar de Dios. ¡¡Me imagino que estarán ahora disfrutando mucho recibiendo con los brazos abiertos a la Peñita!!

            Sé que es difícil, pero todos debemos procurar no estar tristes, que a mi hermana no le gustaban este tipo de actos porque le parecían demasiado tristes. Por cierto Nos hemos pasado un poco con las flores, que a ella no le gustaban.

Creo profundamente en que un día todos conoceremos una vida en la que ya no haya dolor ni tristeza y donde nadie tenga que llorar. Me rebelo contra la idea de que tantas personas sin salud, enfermos crónicos, discapacitados físicos y psíquicos, personas hundidas y cansadas de vivir y de luchar, no lleguen a vivir con paz y salud total. Estoy seguro de que todas escucharán la voz del Padre Dios, amigo de la vida, que les dirá: “Entra en el gozo de tu Señor”.

            Se que los esfuerzos de mi hermana y de tantas otra personas por hacer felices a los demás no se perderán en el vacío. Toda vida, aparentemente interrumpida, toda obra a medio hacer, lo que hemos estropeado con nuestra torpeza… ,todo, todo alcanzará plenitud en Dios.

            No me puedo resignar a que Dios sea “un Dios oculto”. En el hospital lo he sentido  junto a mí con las manos atadas y lágrimas en los ojos. Ese Dios es el mismo que nos ha regalado el don de mi hermana Peña durante cincuenta y dos años. Y por eso, y por los veintidós años de convivencia permanente con ella, le doy muchas gracias.

            Ha sido todo demasiado rápido y hemos procurado principalmente que ella sufriera lo menos posible. Por eso hemos tardado en dar la noticia de su gravedad, para protegerla, desconociendo la rapidez del desenlace. Ahora sabemos que muchos hubierais querido verla antes. Disculpadnos si en esto hubiéramos actuado torpemente.

            Mi hermana era una mujer muy de su familia y de sus amigos (¡Tengo muy buena suerte con los amigos!, decía muchas veces).

            A todos, de verdad, muchas gracias. Ya no nos deis pésame ni cosa parecida. Recordadla con su gracia y sus chistes. Dad gracias a Dios y rezad por ella y por nosotros…Si algo le ponía profundamente nerviosa eran los conflictos, las discusiones, los insultos. No lo podía soportar ni en la televisión. Por eso, en su nombre, os digo que, al contrario,  os cuidéis los unos a los otros.
             


6 comentarios:

  1. Incluso en la tristeza consigues que aflore el optimismo. Un beso.

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  2. Sencillas y preciosas palabras Jesús, a ella le habrán gustado, porque ella ha sido así, sencilla, cercana, alegre. La recuerdo siempre muy divertida y aasí la seguiré recordando.
    Un fuerte abrazo.
    Ana Maria Frade Parra.

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  3. Gracias a Dios por dejar en la Tierra un tiempo a Ángeles que hacen que, nuestro paso por la misma merezca la pena. Un abrazo Jesús.
    Lourdes Mateos Sánchez

    Lourdes Mateos Sánchez

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  4. Gracias por tus palabras.yo tmb quiero pensar q peña está cn mi papi y q los dos están en el cielo,disfrutando de loq todavía no disfrutaron aqui.y q nos ven y velan por nosotros.ese es el único consuelo q nos queda.muchos besos

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  5. Sonia García Malpartida31 de marzo de 2014, 15:20

    Me consuela pensar que ella sabía que yo la quería. Siempre la llevaré en mi corazón. Gracias Jesús por este detalle

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  6. Bonitas palabras , me ha gustado cuando has recordado la casa de la carretera de Cilleros , porque cuando yo iba del colegio siempre salia tu madre y tu abuela a saludarnos y darnos un beso ,ya estan juntas y desde alli cuidarán de ti y tu familia , un beso .Mª Angeles .

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